Chus Lago, en el ciclo ‘Viajeras’ de Málaga

Chus Lago abre hoy el ciclo de conferencias ‘Viajeras’ en La Térmica de Málaga. Impulsado por la periodista y escritora Cristina Morató, la capitana de Compromiso con la Tierra relatará sus experiencias ‘Sola ante el hielo’ , en su mítico viaje en la Antártida, además de hacer referencia a su nueva aventura al frente del proyecto femenino de 1000 kilómetros de hielo.

Viajeras, dirigido por Cristina Morató, rinde homenaje a aquellas primeras trotamundos que no fueron unas “locas” ni unas “excéntricas” como las tachaban los hombres de ciencia de su tiempo más empeñados en ridiculizarlas que en reconocer sus valiosas aportaciones. Ellas fueron las pioneras y abrieron el camino a las viajeras y exploradoras del siglo XXl que con valor y determinación nos demuestran que las mujeres pueden llegar a donde se lo propongan.

Después de la expedición…toca revisar la visión

Las expedicionarias de Compromiso con la Tierra, Chus Lago y Verónica Romero, han visitado el Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla en Santiago, entidad colaboradora de Compromiso con la Tierra, para someterse a una completa revisión ocular una vez completada su travesía por el casquete polar de Barnes.

Una vez más, su aventura ha despertado el interés de los medios de comunicación, que han querido conocer de primera mano la valoración de las polaristas sobre su experiencia en la isla de Baffin, recorriendo el segundo lugar más inhóspito del planeta, donde el rescate no es posible. Chus ha confesado que el «aterrizaje está siendo duro. Lo ideal sería quedarse en «cuarentena» de la vida normal unos días para asimilar una experiencia tan intensa». En este punto ha coincidido Vero, que se confiesa una vez más «sobrepasada y emocionada» con la aventura, y confiesa que ya piensa en la próxima «con el mismo equipo, sin duda».

En el Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla, acompañadas por la doctora Maribel Fernández, han incidido en la necesidad de una protección ocular durante toda la travesía en condiciones tan extremas: «La nieve te ciega en un momento y ni te enteras», deja claro la capitana. «Esta vez nos hemos concienciado y no hemos quitado las gafas ni un momento, que era algo que yo solía hacer», indica.

Desde el IOG se valoró fundamental hacer este seguimiento ocular de las alpinistas ya que permanecer sobre el hielo durante tiempo prolongado entraña serios riesgos para la retina debido a que la radiación ultravioleta, proveniente de la luz solar, especialmente reflejada en el hielo, aumenta su radiación UV en un 20-25%. Esto resulta especialmente dañino para la retina y principalmente para su parte central, la mácula, que es la zona de máxima visión del ojo.

El Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla participa en esta iniciativa como clínica altamente especializada en el cuidado y tratamiento de la retina y enmarca esta  colaboración en el programa de actividades que el Instituto está llevando a cabo a lo largo del presente año como  colaborador oficial del proyecto ‘2017. Año de la Retina en España’.

José Ramón Lete: «Sois pioneras y estáis salvando la cara del deporte»

Las tres expedicionarias de Compromiso con la Tierra Chus Lago, Verónica Romero y Rocío García, han sido recibidas ayer lunes por el Presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Ramón Lete, después de haber culminado su travesía pionera a nivel mundial por el casquete polar de Barnes, en la isla canadiense de Baffin.

En presencia del presidente de la Federación Española de Deporte y Montaña, Joan Garrigós, José Ramón Lete ha calificado a las expedicionarias como “tres enormes mujeres” que pasan a formar parte de la brillante historia del deporte español, como pioneras fueron también Lili Álvarez, Araceli Segarra o Miriam Blasco. “Gracias a la expedición capitaneada por Chus Lago, hoy tenemos tres mujeres en la cumbre. Sois pioneras y estáis salvando la cara del deporte”, incidió.

El presidente del CSD ha manifestado que siempre ha apoyado las iniciativas lideradas por Chus Lago, añadiendo que desde que tuvo conocimiento del proyecto se comprometió con este nuevo reto. José Ramón Lete ha calificado el deporte como una “herramienta para cambiar y mejorar el mundo”, afirmando que esta gesta refleja a la perfección la línea de trabajo de la alpinista gallega, reflejando su constante “compromiso con la tierra y la búsqueda de un planeta mejor”.

Jose Ramón Lete ha agradecido a las expedicionarias el esfuerzo realizado, concluyendo con un guiño para las futuras expediciones que afronten: “Chus, Vero y Rocío os acompañaremos siempre”.

Por su parte, Chus Lago ha agradecido el apoyo incondicional del presidente del CSD y, también, ha destacado la presencia en el acto del presidente de la Federación Española de Deporte y Montaña, Joan Garrigós. Lago ha relatado las dificultades que han tenido que superar juntas, añadiendo que ha sido “bonito y emocionante compartir esta aventura con Verónica y Rocío”. La alpinista viguesa ha concluido que, además del reto deportivo, el objetivo añadido consistía en hacer “una llamada de atención sobre el cambio climático y el compromiso que tenemos todos”.

En sus intervenciones, Verónica Romero y Rocío García han explicado que comparten el compromiso con la defensa del medio ambiente y han agradecido a Chus Lago que pensara en ellas para formar parte del proyecto.

Una expedición del Proyecto Universo Mujer del CSD

La expedición, que forma parte del Proyecto Universo Mujer del Consejo Superior de Deportes, fue desde el primer momento apadrinada por el presidente del CSD, José Ramón Lete, que quiso mostrar su compromiso con las aventureras, como ejemplo de compromiso con el planeta y superación deportiva, en una hazaña nunca realizada.

La expedición cuenta con el patrocinio de CLUN, la cooperativa nacida de la unión de Feiraco, Os Irmandiños y Melisanto a través de sus marcas comerciales Únicla y Clesa, de la compañía de distribución alimentaria Gadisa y de la marca de ropa Ternua.

 

Nosotras hemos visto cosas que vosotros no creeríais…

Las luces de las tres motonieves flotando sobre el cielo azul del anochecer como minúsculas naves espaciales regresando a casa. Hemos visto arder la línea del horizonte a nuestros pies mientras caminábamos sobre polvo de diamantes. El anochecer que no acaba, incendiando cordilleras y glaciares. Estuvimos allá arriba, donde la vida permanente no es posible y la respiración cristaliza. Fuimos frágiles, padecimos y sufrimos, pero sobre todo fuimos una.

A nuestra espalda, los innuits, José Naranjo y Carlos Veloso se alejan sobre sus trineos mecánicos; tres luces que hacen guiños y parecen elevarse en la distancia del Conn Lake. Solas, pienso, en uno de los lugares más inhóspitos del planeta, y después sigue una punzada de emoción. Regreso con toda la atención a la aguja imantada de nuestra brújula. El cerebro chisporrotea aumentando conexiones, tratando de encajar y superponer las imágenes que leyó, que inventó, que ve, tratando de encajar y superponerlas todas en un solo mapa. Se tarda un tiempo, es cuestión de fe, de práctica, de cosas vividas; todo vendrá a su sitio, me digo.

Poco a poco, en unos días, nuestros ritmos tocan la misma sinfonía, idéntico paso, pausa, trabajo, esfuerzo, secuencia; todo encaja.

«¡Que no desparezca la línea del horizonte!» «¡Que no desparezca la línea del horizonte!». Rocío reza para sí misma, el «white out» borra el mundo, aniquila el espacio sensorial, desdibuja la realidad y hay que seguir caminando pero resguardándose en el interior de nuestros pensamientos. «¡Mira que esta niebla tiene mala sombra!», se le escapa en voz alta. La realidad se desenfoca por momentos y hay que pillarla con fuerza.

Al abrigo del único refugio posible, la tienda, el viento cobra cada vez más fuerza, la tumba, retuerce, infla, comprime, tortura. A bordo, los cosidos de las telas se despuntan sobre nuestras cabezas. ¡Que no se rompa! ¡Que no se rompa!. La ventisca vino y se fue sin consultarnos, desapareció como el soplo que apaga una vela. Nuestro periplo continúa y solo hay una salida posible: por el sur, por el final, hacia alguna parte pero siempre hacia delante.

«Los inuits no lloramos», me había dicho Levi, el jefe de nuestra caravana de trineos moto nieve, unos días antes. «¿Tampoco de emoción, de belleza, de amor?». Lo pienso, porque el aire es puro cristal esta mañana, la nieve es un centelleo de brillos que emiten sus cristales, el cielo es tan inmenso que da vértigo; si alguna vez has mirado hacia abajo desde la ventanilla de un avión y has visto las nubes lisas y calmadas y al frente el cielo limpio y el sol, entonces has visto el Cap de Barnes en todo su esplendor.

 

Y ahora que al final parece una larga e interminable lengua de nieve que baja de esas nubes hasta el mismo suelo, resulta que tampoco lo es. El paisaje se empasta, los relieves en sus diferentes alturas y cuando estamos a punto de saltar de alegría y de gritar «¡acabamos!», un acantilado de hielo nos separa del final. ¿Y ahora qué? ¿Y ahora por dónde? ¿Y si no es posible descender? De nuevo el cerebro chisporrotea, a estas alturas de la expedición las curvas de nivel están grabadas en nuestra mente. «¡Hacia el oeste, vayamos al oeste!». Al oeste el milagro se produce: un salto de quince metros que podremos salvar con una cuerda, estacas y tornillos.

Abajo, Vero grita de emoción: ha tocado fondo, el final, la gloria. Una a una, junto a nuestros trineos y petates, alcanzamos el suelo y nos reunimos con ella. Ella, que ha visto unicornios en el Cap y dragones en Inari, nos funde en un abrazo.

Las expediciones no son solo un lugar al que ir. Son sobre todo la profundidad hacia la que uno es capaz de descender con sus propias emociones.

 

Chus Lago, 20 de abril de 2017. Clyde River.

¡Ya estamos en Clyde River!

Verónica, Chus y Rocío lo han conseguido y después de casi un mes de odisea han vuelto a el punto de inicio de su aventura en la isla canadiense de Baffin, Clyde River. Atrás dejan duros días de travesía recorriendo el inhóspito Casquete polar de Barnes, y el posterior recorrido con los inuits en el que han pasado varias jornadas sin casi parar a descansar.

Las expedicionarias de Compromiso con la Tierra se encuentran perfectas, en una forma inmejorable y sobre todo, muy satisfechas del nuevo reto logrado dentro del Proyecto 1000 Kilómetros de Hielo, perteneciente a Universo Mujer del Consejo Superior de Deportes, con el objetivo de denunciar los efectos del cambio climático en la fragilidad del Ártico.

Además, tienen claro que esto no sería posible sin el apoyo de los patrocinadores: las marcas comerciales de la cooperativa CLUN (Clesa y Únicla), Gadis y Ternua, y de todos sus seguidores. De parte de todas ellas: ¡muchas gracias!

La primera expedición femenina a nivel mundial al casquete de Barnes culmina con éxito su travesía

El nuevo reto de Compromiso con la Tierra ha sido superado: Chus Lago, Verónica Romero y Rocío García acaban de culminar los 200 kilómetros de recorrido por el inhóspito casquete polar de Barnes, en la isla de Baffin (Canadá), no sin dificultades y convirtiéndose así en la primera expedición femenina a nivel mundial que lo logra.

Así han logrado su objetivo desde el 24 de marzo: dar un paso más en el ambicioso proyecto 1.000 kilómetros de hielo, la suma de las distancias recorridas en Laponia 2016, Baffin 2017 y Groenlandia 2018. Bajo el lema de nuevo de Compromiso con la Tierra, las aventureras recorrieron 200 kilómetros en condiciones extremas, en uno de los lugares más inaccesibles de todo el planeta, sorteando numerosas barreras de hielo y superando alturas de más de 1.000 metros, para alertar al mundo de los efectos del cambio climático, patentes en el deshielo.

Durante estos días han superado numerosos obstáculos, como una inoportuna gripe que se cebó con Chus y Verónica y las debilitó notablemente al inicio de la travesía, una tormenta intensa de viento que las dejó bloqueadas durante casi tres días en medio de la nada, improvisando un iglú, grietas heladas, paredes verticales casi infranqueables y el temido whiteout, una densa niebla que impide distinguir cielo y tierra y dificulta enormemente el esquí.

Ahora, las aventureras se confiesan “emocionadas” por el reto conseguido y Chus confiesa que le ha encantado la experiencia “en la que nos hemos acoplado como equipo como nunca”. El siguiente paso es alcanzar hoy el Generator Lake, donde serán recibidas por los inuits, que las trasladarán a Clyde River y de ahí emprenderán su odisea de vuelos hasta España.

Una expedición del Proyecto Universo Mujer del CSD

La expedición, que forma parte del Proyecto Universo Mujer del Consejo Superior de Deportes, fue apadrinada por el presidente del CSD, José Ramón Lete, que quiso mostrar su compromiso con las aventureras, como ejemplo de compromiso con el planeta y superación deportiva, en una hazaña nunca realizada.

La expedición cuenta con el patrocinio de CLUN, la cooperativa nacida de la unión de Feiraco, Os Irmandiños y Melisanto a través de sus marcas comerciales Únicla y Clesa, de la compañía de distribución alimentaria Gadisa y de la marca de ropa Ternua, que mostraron en la presentación todo su apoyo al proyecto 1.000 kilómetros de hielo por su mérito deportivo y social.